«Mi barrio tiene esa debilidad. Hay que buscar una estrategia de fortalecimiento a los habitantes del barrio.
La basura la tiran por cualquier parte no hay cuidado del medio ambiente. La educación de cuidar su entorno de limpiar no existe.
Entonces resulta que la casa de uno está limpia, pero toda la basura la saca para la calle donde el vecino. Y con la llegada continua de los desplazados esta situación sigue creciendo.»
«Yo soy de la escuela y que me parece muy chévere porque ahora se está imponiendo, si el recurso le vale a la gente, le sirve económicamente, entiende que su manejo es sostenible le puede dar para mucho, perfecto. Es decir, el uso sostenible es posible.
Lo que pasa es que uno abre la ventanita del uso sostenibles ya se le degrada, si no hay suficientes mecanismos de control se le degrada.
Yo creo que con el manglar es un tema de control, de las áreas de urbanización para que la demanda se controle. Si la demanda se controla, la oferta baja, para que van a ir a sacar si no va haber posibilidad de vender. Y el manglar también sufriendo por áreas colonizadas por urbanización, la urbanización es realmente para mi es el mayor riesgo para la existencia del manglar.»
«El barrio nació de los [mismo trabajadores] que trabajaban en las compañías bananera. En un principio los trabajadores vivían en campamentos en las plantaciones, pero luego empezaron a salir unas normas que exigían que los obreros no podían vivir en la plantación.
Una razón fue porque empezaron el uso de los químicos, antes de los años 80 no se usaba tanto químico, como el que usan ahora, antes era más lo orgánico que lo producido a base de químico.»
«La posición geográfica de Urabá ha tenido esa visión internacional desde la época de la conquista, todo el mundo, mira acá a ver que se pueden llevar de aquí, es la economía del saqueo, así fue con el oro sacaron indígenas, después entraron a robarse la madera, los anímales de aquí.
Todos manejan esa filosofía de la conquista, vamos a Urabá montemos un negocio sembramos y vendemos en Bogotá o Medellín. Entonces la plata se la llevan de aquí.
Yo siempre he dicho que los bananeros no tienen sentido de pertenencia con la región, ellos invierten aquí porque tienen una propiedad, pero las grandes montañas de dinero las tienen afuera.»
«Yo me acuerdo que a mí me encantaba mucho pescar, yo tenía mis anzuelos, tenía mi boya. La boya era para pescar en medio del río. En el centro del río uno no conseguía ni la mojarra, ni el monchilo o la quichara. En el centro se encontraba el barbudo, el bagre, la doncella, el malupa. Con el anzuelo íbamos a los caños.
Ahora los pescados ya saben leer, escribir, sumar, eso ya no se dejan coger. Qué dijeron los pescados ¡ah nos están acabando! No vamos a dejarnos coger fácilmente.
[Anteriormente] había tres especies que eran sobre abundantes: los sapos, los cangrejos y los sables. De cierto tiempo para acá usted ya no encuentra un sapo. Antes usted caminaba la playa y estaba llenita de cangrejos azules, ya usted no los encuentra fácilmente, ya no se ven casi ahora salen en la noche.»
«Luego entra el tema de las empresas bananeras y plataneras. Por los años 60 nace el gran interés que venía de Estados Unidos y Europa por la fruta lo que motivó el desarrollo de muchas empresas de la región. Eso también desembocó que muchas comunidades y personas vinieran a la zona a buscar trabajo y ahí hay una serie de consecuencias o efectos muy fuertes sobre el medio ambiente. Ahí está el tema ya muy relacionado con el tema del manglar, de las grandes plantaciones de banano, plátano y monocultivos.
No solamente se talaron áreas importantes de manglar, sino que también se hizo un drenaje de las aguas para estabilizar los suelos, y estos impidió el crecimiento y desarrollo de las semillas de manglar, por ejemplo»
«Hoy los pescados son vez más pequeños, están cada vez menos disponibles prácticamente desapareciendo mermándose drásticamente. Todo eso ha contribuido a generar ese panorama que vemos ahora y a las crisis socioeconómicas de las comunidades. Adicional a eso el tema de la desmovilización de grupos paramilitares acá en la región, […] ausencia estatal, falta de oportunidades laborales entre otros temas pues que son responsabilidad del estado, la falta de planificación, el crecimiento urbano no planificado en zonas ecológica de importancia como el ecosistema de manglar.
Otro factor, fue que en el proceso de desmovilización los proyectos productivos que se habían creado para los desmovilizados la mayoría que se dieron en el golfo de Urabá fueron relacionados con el tema de la pesca, entonces a los desmovilizados les dieron embarcaciones, motores, redes.
Fue algo desacertado porque esta era una actividad que ya era enorme, primero por las comunidades producto del desplazamiento, y por otro lado, como afirmaban muchos pescadores de la zona del golfo de Urabá eso contribuyó a generar una división, de la pesca más ecológica que estaba más relacionada con la subsistencia, si no que se volvió más comercial, esto fue algo que notaron las comunidades cuando se ejecutaron estas actividades productivas para los desmovilizados, lo que hizo que volviera una actividad más comercial que está relacionado con técnicas ambientalmente más agresivas.
Lo que pasó también fue que implementos muy costosos a los que las comunidades no tenían acceso de manera fácil por los altos precios y los que solo podían acceder de manera comunitaria, como parte de las alternativas productivas que se le dieron a los desmovilizados les empezaron a dar estos implementos a muchas personas, lo que empezó a pasar fue que los desmovilizados hicieron acuerdos con los pescadores tradicionales, a quienes brindaban las lanchas, las redes y el hielo, y les pagamos y lógicamente les pagaban un parte mínima.
Ahora en las zonas más pobladas ya no se ven los pescadores tradicionales, si no que se ve por ejemplo el motorista, el capitán, el ayudante y a cada uno se le paga un porcentaje, entonces pues digamos que el tema de la desmovilización cambio mucho estas dinámicas económicas.»
«Ahora con la desmovilización de las FARC yo no he podido encontrar como articular con las organizaciones sociales que ya están organizadas y poder articular con los líderes. Un esquema era lo de los PEDET, pero digamos que eso ha estado muy administrado desde otras instancias. Entonces uno puedo por ejemplo decir ¡ojo con este terreno! ¡ojo con esto! ¡ojo con aquello! Nosotros podemos ayudar con pequeñas cosas,
pero para hacer un trabajo ambiental uno tiene que tener una articulación y trabajo fuerte, porque si no vos te quedás creando recetas desde el escritorio entonces eso muy difícil.»